LA HISTORIA DETRÁS DE LA IMAGEN ESCÁNDALO SEXUAL Y SOBORNOS.

El Congreso de Estados Unidos inició una investigación por acciones fraudulentas presuntamente cometidas por Alexander Hamilton, que era el miembro más importante del gobierno de Washington, acerca de los pagos que éste había efectuado en favor de un tal James Reynolds. Hamilton había puesto en libertad en cierta ocasión en que se hallaba detenido por llevar a cabo acciones delictivas. Alexander Hamilton aceptó que había realizado los sobornos pero insistió en que sólo lo había hecho para que Reynolds no sacara a la luz su adulterio con María, la esposa de éste, lo que, dicho sea de paso, constituía en aquella época otro delito. Las citas no sólo habían tenido lugar en el lecho conyugal de Reynolds sino también en el de Hamilton, aprovechando que la esposa e hijos de éste andaban visitando a su suegro. Maria Reynolds nació en 1768 en la ciudad de Nueva York, y se casó con un hombre llamado James Reynolds, que vivía en Filadelfia, Pensilvania con él; La pareja tuvo una hija. En 1791, se acercó a Alexander Hamilton en Filadelfia, alegando que su marido estaba maltratando a ella y al niño y la había dejado. Hamilton se ofreció a caminar a su casa, y le dio $ 30 para ir a Nueva York; Ella lo invitó a su casa, y tuvieron una relación sexual. Tendrían una relación durante un año, y cuando su marido se enterara de su adulterio, decidió permitir que Hamilton la viera si le pagaba un soborno para que no revelara el asunto secreto. Hamilton consideró dejar a María después de que el marido lo chantajeó, pero el asunto continuó durante otro año. El 17 de diciembre, Reynolds envió una carta amenazante a Hamilton, y en vez de buscar la reparación del duelo, él pidió la compensación financiera. Hamilton cumplió, enviando $ 1.000 a Reynolds. María, muy probablemente manipulada en el esquema, comenzó a escribir a Hamilton cada vez que su marido estaba fuera de la casa y lo sedujo. Después de cada uno de estos intercambios, Reynolds escribiría a Hamilton bajo el disfraz de ser amigos, y Hamilton a cambio devolvería $ 30- $ 40